Agradable y risueña
presentóse la mañana del día 25 de Septiembre último.
Entre las caricias y
besos de la bellísima aurora, tomó asiento el Sr. Kleiser, en su
magnífico «auto», y, acompañado de sus leales amigos D. Ceferino
Arias, don Luis S. Cantón, D. Manuel Pérez y don Modesto Morodo, de
esta villa, y D. Joaquín Rodríguez, del caserío de Las Mestas,
rompió la marcha, llegando, a los pocos minutos, al pintoresco
pueblo de Regla de Perandones.
Acto seguido, montaron a
caballo en dirección a San Pedro de las Montañas y, apenas fueron
divisados, desde este pueblo, en el alto de la Sierra, una formidable
descarga de grandes palenques anuncio, a guisa de avanzado centinela,
la aproximación del Sr. Kleiser y de su acompañamiento al indicado
lugar.
Eran las diez de la
mañana... Nutrida comisión de robustos aldeanos, que mostraban en
sus alegres semblantes la nobleza de sus almas, recibió al ilustre
visitante, a las afueras del pueblo, entre los dulcísimos acordes de
la clásica gaita y el estampido seco de los cohetes.
Fontes de Las Montañas (Fotu: Los mios güeyos faciendo camín) |
El espectáculo que
ofrecía a la vista aquella muchedumbre, aquella masa, aquel núcleo
tan compacto, tan unido y grande de gente era, en verdad, grandioso y
conmovedor. Nunca, nunca se vio en el mencionado pueblo a tanta gente
reunida a impulsos de un mismo y solo deseo, del deseo de recibir a
su futuro diputado con entusiasmo amoroso y delirante.
Al pasar la muchedumbre
apiñada el puente que da acceso al mencionado pueblo, hubo un
momento de temor de que dicho puente se hundiera, debido a lo muy
deteriorado que se encuentra; pero, afortunadamente, no se hundió,
ni hubo que lamentar otra cosa que el correspondiente momentáneo
susto.
Dos bonitos arcos
revestidos de follaje y con preciosos pañuelos de seda de diferentes
colores y matices adornados, habíanse levantado, respectivamente, a
la entrada y salida del referido puente, ostentando ambos, en gruesos
caracteres, la siguiente inscripción: «A nuestro futuro Diputado D.
Luis Martínez Kleiser».
Terminado que hubo el Sr.
Kleiser de saludar cariñosa e individualmente a todos los que se
hallaban allí reunidos, D. Ceferino Arias, pronunció un hermoso,
aunque breve, discurso, poniendo de manifiesto las excelentes
cualidades del Sr. Kleiser, para representar en Cortes el distrito de
Cangas de Tineo; siendo muy aplaudido.
Seguidamente, e! Sr.
Kleiser, dirigió su fluida, amena y elocuentisima palabra a aquella
muchedumbre, haciéndola ver el objeto de su visita; y, al terminar
su brillante discurso, demuestran aquellas gentes el grandísimo
entusiasmo de que estaban poseídas, a medio de estrepitosos y
prolongados aplausos y «vivas» al futuro diputado por Cangas de
Tineo, unánimes y atronadores.
Todos, todos quedaron
afectos a su candidatura, prometiendo, seria y formalmente,
defenderla, unidos y con todas sus fuerzas, cual si fuesen un solo
hombre. Fue tan verdadero y tan intenso el amor que el Sr. Kleiser,
comunicó a aquellos hombres, que todos, sin excepción, hallábanse
poseídos del mayor de los entusiasmos y querían acompañarle a
Besullo; habiendo tenido que rogarles muy mucho para lograr que de su
propósito desistieran. Sin embargo, muchos le acompañaron largo
rato, durante el cual no cesó, el Gaitero, de tocar la Marcha Real,
y algunos hasta Besullo.
(El testu pertenez al númberu 349 del periódicu "El Narcea", del 19-10-1912)
(El testu pertenez al númberu 349 del periódicu "El Narcea", del 19-10-1912)
1 comentario:
Ya me gustaría a mi ver los candidatos de hoy en día hacer 30 o 40 Km a caballo para dar un mitin para 80 personas.Claro que los de ahora si de mi dependieran,iban a ir andando,y antes de dar ningún mitin ayudar a los paisanos en las faenas del campo,para aclararse la garganta,vamos.
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