El Couñu/El Couño |
Al lado de su fértil suelo no posee nada que pueda favorecer su explotación, y ya no hablo de maderas y carbones, pues no se les oculta a sus habitantes que a pesar de estar representados en Cortes hace cerca de diez y nueve años por el señor Suárez Inclán, sólo han obtenido -y de sus labios así lo he oído repetidas veces- el completo desprecio hacia ellos y el total abandono y desamparo en que se encuentra este desdichado concejo, digno por todos conceptos de mejor suerte.
Sin
vías de comunicación de ninguna clase que una siquiera este
apartado rincón con la cabeza de su partido judicial; sin poder
sacar sus ganados a las ferias y mercados de otros lugares,
desmereciendo, cuando lo hacen, por el lamentable estado de los
caminos; sin poder exportar sus productos cuando les sobra, ni
introducirlos cuando les faltan, como desgraciadamente acontece en
estos últimos años; sin poseer un solo edificio para escuelas, ni
maestros que las sirvan en la mayor parte de ellas y del año; sin
haber obtenido jamás un sólo crédito para aliviar desgracias
inevitables y atender apremiantes necesidades; sin poseer, en general
y en una palabra, un solo beneficio en el que directa ni
indirectamente se haya visto la mano espléndida, la protección
decidida y bienhechora del actual diputado -a quien ni siquiera
conocen ni han visto-, y, últimamente -para no cansar a los
lectores-, con una «única» carretera en construcción -que sabe
Dios cuándo se terminará, a pesar de las continuadas promesas aún
recientes en carta particular muy enseñada -y que no sólo no se
debe exclusivamente al Sr. Suárez Inclán, sino que es desdoro,
vergüenza y oprobio para un concejo de la importancia y extensión
de éste, por no tratarse más que de una carretera de 4º orden, de
un mal camino vecinal, sin las ventajas naturales, necesarias e
indispensables de todo camino; no es de extrañar que por éstos y
otros motivos no puede dejar de existir un ambiente de malestar y de
protesta general y grande que se ha exteriorizado gallardamente
durante la visita del Sr. Kleiser a este concejo y se ha de
exteriorizar también en las próximas elecciones.
En
apoyo de mi aserto que se detengan a discurrir sobre la última
afirmación. ¿Qué pueblos beneficia, qué ventajas proporciona la
tal carretera? Construida -que sea en su día- en una extensión de
30 kilómetros, aproximadamente, sin atravesar pueblo alguno,
completamente desamparada y tendida sobre montañas en las que las
nieves han de hacerla inaccesible e intransitable en el invierno, no
hay que negar que ofrece una insignificante utilidad. ¿No era mejor,
más conveniente, más económica, más corta, mejor trazada, más
transitable en toda estación la que arrancando del concejo de Degaña
o de la Collada de Cerredo bajase paralela al río Ibias -trazado de
toda carretera- a unir a la que ha de venir de Fonsagrada,
beneficiando casi todos los pueblos de las parroquias de Sisterna,
Tormaleo, Taladrid, Alguerdo, Cecos, San Antolín y Marentes y
atravesando el concejo totalmente en dirección Sur a Norte? Salta a
la vista del más ignorante la inutilidad, casi podemos decir, de
aquélla, y la utilidad grandísima, inmensa de ésta, que
establecería además la comunicación directa y rápida de todo el
concejo con Laceana, Fonsagrada y Cangas de Tineo.
Hoy,
¿qué vemos? Las carreteras de Corbón y la de Fonsagrada detenidas
en el límite de las provincias respectivas, y la que viene a Cangas,
detenida asimismo en el límite de este concejo. Y ¿a qué deben
esto?...
A
que los representantes que tienen entienden que no debe de entrar la
civilización en este país cuando en las fronteras, digámoslo así,
detienen el progreso; al poco o ningún interés que han tomado los
obligados a ello, o que no han querido y no han tenido más objeto
que satisfacer vanidades personales.
El
concejo en pleno, que ha visto todo esto, no podía por menos que
sacudir el duro yugo viendo esta estéril política, ha visto la
conveniencia de cambiar de vida, se halla aprestado a la lucha
electoral, que se avecina, con toda la virilidad de una raza honrada
y noble cansada y abrumada de vejaciones y desprecios, en que sólo
era solicitada su mano y estrechada en época de lucha para después,
una vez conseguido el fin, no ocuparse más de ellos.
Así
es que el recibimiento dispensado al Sr. D. Luis Martínez Kleiser,
futuro diputado por este distrito, en su reciente visita a este
concejo, ha sido sencillamente grande, imponente, colosal,
espléndido... Esta es la verdad pura y escueta, Y no podía ser
menos: aparte las razones expuestas y muchas, muchas más que podría
añadir, ¿quién recuerda en este país, ni aun los octogenarios, ni
éstos haberlo oído a sus antepasados, la venida de un diputado o
aspirante a ello? Nadie; ni nadie pisó esta tierra con este
carácter. Era, pues, una deuda de gratitud que había que pagar en
el acto al futuro diputado, y la deuda en verdad se satisfizo con la
acogida espléndida, simpática y cariñosa de que en todas partes
fue objeto. ¡Bien por los habitantes de Ibias! Honrando al huésped,
nos honramos a nosotros mismos.
(El testu pertenez al númberu 348 del periódicu "El Narcea", del 12-10-1912).
(Esta entrada ya las dúas siguientes tán feitas cono "Nihil obstat quominus imprimatur" de la Bloguera Mayor d'Ibias).
2 comentarios:
Este hombre dice verdades como puños,algunas aplicables al día de hoy,"salta a la vista del mas ignorante que la carretera tenia que discurrir de sur a norte siguiendo el curso del rió",los lumbreras de casi un siglo después siguieron traiéndola por los picos de las montañas,ayudados por los ecologistas de salón,y los intereses particulares de algunos ciudadanos del concejo,uno de los peores para que no se construyera Cecos-Laron cerro su negocio no muchos años después,no me alegro del mal de nadie,pero en algunos casos no es para menos.
La verdad es que, si se quitan algunos detalles, como el de la población (de casi 8.000 a poco más de 1.600; un 80% menos,es increíble...), parece que este artículo fue escrito hace unos días y no hace 100 años.
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