sábado, 26 de julio de 2014

Otra de acotamientos

En realidad no es nada nuevo, sino la confirmación legal del acotamiento al pastoreo de la zona quemada en septiembre de 2013, según contaba en la entrada anterior a ésta, una vez pasado el plazo de alegaciones estipulado, y que ha sido publicada en el BOPA del 24 de julio.
No hay ninguna novedad con respecto al texto publicado el 30 de abril de este año: se acotan un total de 47, 01 Ha en la superficie quemada de 53 parcelas, durante un periodo de 5 años desde la fecha del incendio (hasta el 27 de septiembre de 2018).
En ese plazo para alegaciones se realizan dos referidas a un aspecto legal que no influye en el tiempo total de acotamiento establecido, y que son aceptadas por el Principado, sobre la posible revisión de dicho periodo, que debe hacerse en un plazo no inferior a un año después de la publicación de la resolución.

(Foto de la página Un antes y un después)

Ya resulta cansado ver que el Principado prohíbe pastar en lugares donde lleva prohibido 26 años. Pero lo que acaba siendo cargante es que haya asociaciones que, demostrando un desconocimiento absoluto de las características sociales y agroganaderas de la zona, vayan a piñón fijo y digan que el hecho de que no se indicara en la información pública que el plazo mínimo de un año de acotamiento desde la fecha de publicación de la resolución "puede dar lugar a favorecer los incendios para pastos". No sólo es el Principado el que no parece conocer sus propiedades en términos de La Viliel.la y las leyes que las regulan. Tampoco  se han enterado los responsables de estas asociaciones de tres pequeños detalles, además del referido a la propiedad del monte y su legislación:
- Que la ganadería en la parroquia de L.larón es prácticamente anecdótica, con lo que el motivo del incendio (de este último y también de los más recientes) para conseguir pastos es absolutamente falso.
- Que muchas de las 51 fincas particulares quemadas, con unos 40 propietarios diferentes afectados, contaban con árboles (plantados o surgidos naturalmente), árboles que resultaron dañados en mayor o menor medida por el fuego, y que no suele resultar práctico quemar los propios árboles para conseguir pasto, especialmente si no se tiene ganado.
- Y que el mismo Principado, en su informe sobre el siniestro (que estuvo a disposición de quien quisiese consultarlo durante el plazo legal establecido, menos, al parecer, para estas asociaciones), descarta absolutamente la obtención de pastos como pretexto del incendio, apuntando como más posibles otro tipo de motivos ajenos a la actividad estrictamente agrícola y ganadera.

Es de esperar que, en el caso de la asociación de nombre pinchante, entiendan más de leyes que del conocimiento del terreno del que hablan en sus alegaciones. De no ser así, apañados están ellos y sus clientes. Y en el caso de la otra, cabe confiar que sean capaces de coordinarse para obtener algo de información y opinar con conocimiento de causa. Aunque para que su portavoz suelte perlas como ésta en el periódico La Nueva España del 16-9-2011:  "La zona de Cangas del Narcea es de mucho furtivismo y mucha gente incendia los montes", no es necesario "coordinar" demasiado.

(Apunte breve: El próximo 8 de agosto se cumplen dos años desde el acotamiento de los terrenos pertenecientes a la Reserva de Muniel.los que ardieron en septiembre de 2011. Aquellos que tengan ganado ya pueden llevarlo a pastar a un lugar en el que estaba y sigue estando prohibido desde 1988...).


1 comentario:

Jose de Mingo dijo...

¡¡Cuánta gente opina SIN conocimiento de causa!!.