martes, 12 de julio de 2011

Una de romanos (I)

El Caldeirón (centro) y La Granda L'Antigua (derecha)
Hace ya unos cuantos años que pasaron por el País Cabreiru y alrededores las legiones romanas y descubrieron que podían sacar algún beneficio escarbando en la tierra. El ejemplo más conocido es la explotación de oro de El Corralín. En términos de La Viliel.la hubo una explotación semejante, aunque algo menos espectacular, ya que los ocupantes aprovecharon un pequeño valle natural para sacar el oro con un método igual al de El Corralín. Para ello, y mediante mano de obra más o menos barata, abrieron un canal desde el arroyo de  La Porquera o  de L'Aviséu, con una longitud aproximada de 1 km, hasta un pozo que, posteriormente, dió nombre al lugar (El Caldeirón). Este depósito, de forma rectangular, tendría unas dimensiones mínimas aproximadas de 30 metros de largo por 15 de ancho, y de una altura indeterminada, aunque algunos restos de la pared tienen una altura cercana a 1 metro. Todavía, después de los años transcurridos, es posible reconocer el lugar donde está el pozo. El canal mencionado fue usado en uno de sus tramos como presa para regar alguno de los prados que se encontraban en su recorrido, por debajo de él.
A la derecha, la excavación romana
A la salida del pozo hay otro canal que llevaba el agua hacia el lugar de la explotación, la Val.lina'l Col.láu. Este canal, con una longitud original de unos 400 m y una anchura próxima a  los 3 m, es aún visible, ya que atraviesa una granda que recibe su nombre de dicho canal (Granda L'Antigua). Unos 70 m por encima de éste, casi pegado a la Val.lina'l Col.láu, hay otro pozo que recogía el agua de lluvia y servía como auxiliar al principal. Mediante el método de ruina montium, que consiste en excavar galerías en el terreno y echando hacia ellas toda el agua almacenada en los pozos, se derrumbaba la montaña y se extraía la tierra que contenía el mineral. Posteriormente, el material era llevado hasta la zona de El Muracal. Según escribía el párroco de L.larón en 1900, Manuel Ferreiro Silvela, "en un punto llamado Muracal o Muruecos, es tradición y creencia general que hubo una ciudad ó villa importante. Hoy se ven grandes escombros y cañerías que demuestran ser restos de importantes calles". El entramado de canales (Las L.leras d'El Muracal) era, en realidad, el destino de los materiales arrancados en la Val.lina'l Col.láu para ser depositados y lavados aprovechando el agua del rio Ibias y así separar el oro del resto de elementos, y no los restos de un poblado, refiriéndose el nombre, El Muracal, a los escombros resultantes del lavado.
Las L.leras d'El Muracal
Cuenta también la leyenda popular, muy extendida por las zonas auríferas de Asturias, que en la fuente de El Muracal (situada a unos 100 m por encima de Las L.leras), hay dos arcas enterradas, una con oro y otra con veneno, debajo de una retama amarilla. Aún nadie ha ido a buscarlas. Así que si alguien se anima, todavía están aguardando en el mismo sitio...
El Sel.lón
Desde el lugar del que partía el canal que llevaba el agua al pozo, salía otro canal en dirección contraria que, después de un recorrido de unos 4 km, transportaba también agua hacia la explotación de El Corralín, aunque en la actualidad sólo se nota su trazado en algunos tramos. Puede observarse parte del mismo, entre las dos marcas rojas, en la zona conocida como El Sel.lón.
 Estos dos yacimientos fueron incluidos recientemente en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, con los números 81 y 82, si bien en el caso de la Val.lina'l Col.láu no está todo el tramo  del canal desde el arroyo de L'Aviséu hasta El Caldeirón, ni tampoco el canal desde este arroyo a la explotación de El Corralín.
En los enlaces indicados de la Universidad de La Rioja, más información sobre la mano de obra y el trabajo de los indígenas del Suroccidente ástur en las explotaciones romanas.
 


11 comentarios:

María del Roxo dijo...

Vaya, vaya... parece que el calor de la Villa no ha derretido todavía las neuronas del Xastre y que hasta se atreve a deleitarnos con una interesante y concienzuda entrada! Pues eso, que muy interesante, y que por aquí se está fresquito, fresquito...

Xastre dijo...

¿Neuronas? ¿Qué es eso? No me suena que esa palabra esté en el diccionario. Y aquí también hay fresquito. Concretamente en la jarra de cerveza que me estoy envasando. Y gracias por sus eulogios.

Gonzalo de Suárez dijo...

A ver si nos animamos el día del V encuentro y vamos en busca del arca del oro, aunque el veneno que tenian los romanos debía de ser de muy buena calidad lo dejaremos que siga enterrao por muchos años más.

Un saludo.

Alto Sil dijo...

Muy interesante aportación Xástrica.

Pixina Galana dijo...

Xastre, mira que con lo del tesoro estás invitando al expolio... de todas formas si algún indígena se anima, aquí tiene una ayudante.

Jose de Mingo dijo...

El dicho dice que "todos los caminos conducen a Roma", pero hace 2000 años alguno también conducía al País Cabreiru. Y después de esta entrada, mas de ún desconocido surcará los caminos de La Viliel.la en busca del tesoro escondido, especialmente el día del encuentro bloguero.

Gonzalo de Suárez dijo...

Xastre mucho me temo que tienes que ir preparando las ferramientas pa'l día del alcuentro.

Xastre dijo...

Gonzalo, yá tán los xadones apuntaos ya las gadañas clavuñadas... Turismu rural con actividades, chámanlu dalgunos.

Pixina Galana dijo...

Yo no podré asistir, y menos con tanta ferramienta de por medio. Igual me acerco unos días antes con un detector de metales...
Saludos ¡Que os divirtáis!

El Bao dijo...

Pues nose si... como dice Pixina con tanta ferramienta será muy apetecible el encuentro, primero hay que ir andando, luego con el eixadón, no tamos pa tantos trotes majos, eso del tesoro y las arcas, na, puro cuento, mejor nos dedicamos a los miñuelos con miel y a contemplar el País Cabreiru.

Suso dijo...

Muy interesante, como todo lo que publicas. Esta semana pasé por delante de tu casa en La Viliella..... Saludos!!!!