En el centro, la casa de Castaño |
En
contra de lo que pudiera dar a entender el título (y de lo que,
probablemente piense alguna mente malévola), no está dedicada esta
entrada a un amigo mío de Ibias que comparte apellido con el árbol
mencionado. Es cierto que el apellido Castaño es bastante frecuente
en la zona occidental asturiana, y en La Viliel.la existe una casa
así llamada por el apellido de un hombre natural de Lago (Ayande), que se casó con una mujer del lugar. Pero dicha frecuencia no es tanta como para considerarlo una
plaga (al apellido...).
Castaño afectado de chancro. Foto: SERIDA (*) |
Como
muchos sabréis, y posiblemente hayáis visto, desde hace unos años
los castaños en el noroeste peninsular vienen padeciendo una
enfermedad denominada chancro que afecta a prácticamente todos
ellos, y que está acabando con una de nuestras riquezas naturales. En un informe del Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (SERIDA) del Principado de Asturias se detallan las causas de esta enfermedad y algunas de las posibles soluciones.
No ha sido este el primer problema que ha afectado a los castaños asturianos. A principios del siglo XX se hablaba de otra plaga, la enfermedad de la tinta, que ya causaba estragos desde el siglo XVIII. En el texto siguiente, el periódico cangués El Narcea, en su ejemplar del 6 de noviembre de 1914, describía este problema y sus posibles soluciones en esa época.
Casi todos los países de Europa hállanse sujetos a los efectos de la plaga; todas, o la mayoría de zonas cubiertas por castaños ven cada
año ensanchar las superficies atacadas. En nuestra nación, Galicia,
Asturias, las Vascongadas, los montes y bosques de castaños van
perdiendo su lozanía; pierden encanto los paisajes y los naturales
van viendo cómo se limitan los recursos que aquellos árboles les
daban.
Castaño afectado de tinta, de Fitopatología del castaño (**) |
Las
variedades dotadas de resistencia a la enfermedad proceden del Japón;
con ellas se acude a un recurso semejante al de los viticultores para
burlar la filoxera; injertada la vid europea, sobre pies americanos
resistentes, el insecto no destruye la vid y ésta produce la misma
clase de fruto que se cosechaba antes. Fue en 1902 que se hicieron en
Tolouse las primeras observaciones sobre la resistencia del castaño
del Japón. Este castaño al parecer, tiene mucha semejanza al
nuestro, y puede fácilmente confundirse con él; por eso es difícil
darse cuenta de su autenticidad; la mayor parte de ellos
(principalmente el Tarubu) tiene una mancha muy extensa y zapada, que
ocupa la mitad de la superficie de la fruta, Desgraciadamente, la
importación en Francia de los castaños del Japón es de resultado
dudoso, a causa de las dificultades de conservación durante la
travesía. Por la vía del camino de hierro transiberíano no se a
corta, travesía y el transporte es más costosa. Hasta ahora los
castaños importados del Japón, son como muchos de los árboles
originarios de este país, de poca altura; parece constituir para
nuestro castaño plantones de injertar débiles, con desarrollo lento
y con falta de vigor.
Es
verdad, a lo que parece, que existen en el Japón, en el interior de
las islas Nippon y Kiou-Sim, variedades de castaños de gran tamaño,
que sería interesante importar, así como el castaño de perro,
que también es un gran árbol. El pudrimiento de las raices no
parece ser la causa de la enfermedad, sino su efecto. El mal parece
estar en las radículas al nivel de las micorizas, que son manguitos
micelienos como pólipos, rodeando y hasta penetrando
superficialmente la extremidad de las radículas. En tiempo normal
estas micorizas, ó a lo menos algunas de ellas viven en simbiosis
con el árbol, con el fin de permitir al castaño la absorción
directa del nitrógeno orgánico del humus.
Las
observaciones hechas en Ardecho, han permitido comprobar que, la
enfermedad del castaño se encuentra en todos los terrenos, lo mismo
en los suelos pedregosos que en las buenas tierras; en particular, en
San Julián del Serre, existe en tierras cultivadas fértiles, que
dan cosechas de cereales, de maíz, de patatas, es decir, centros por
completo propios a la nitrificación. No se debe olvidar, en efecto,
que para su alimentación en nitrógeno el castaño posee no
solamente micorizas, sino también pelos absorbentes. Estos entran en
función en las tierras cultivadas, y por lo mismo el árbol es muy
sensible al empleo del nitrato de sosa como lo atestigua un
experimento hecho en 1908, que vamos a relatar. Este ensayo tuvo
lugar en Vesseauc es decir, en una de las localidades del Ardecho de
más fama por la producción de castañas, y fue hecho en casa del
señor Taupenas Philippe, alcalde. El experimento se llevó a cabo en
castaños viejos de unos cincuenta años, perteneciendo a la variedad
Gruesa boca o Boca
roja y plantados en una colina a unos diez metros los unos de los
otros, en una marca bajociena descalcarizada, llamada Mortain
en el país, y que da nacimiento a tierras, de buena fertilidad
media, temiendo poco la sequedad en verano. Dispusiéronse parcelas
de seis árboles, ocupando cada una una superficie de cinco áreas.
En la primera de estas parcelas, al pie de cada castaño, en una
zanja circular de 0'20 cm. de profundidad, cavando alrededor del
tronco a una distancia de éste casi igual a la proyección sobre el
suelo de las ramas principales, se echó la siguiente mezcla: por
cada árbol; dos kilos de nitrato de sosa 15/16; 4 kilos de
superfosfato 16/18; 2 kilos de sulfato potástico 48/51. A la segunda
parcela se le aplicó la misma fórmula, pero sin el nitrato de sosa,
y la tercera quedó por testigo sin abono.
Durante
el verano los árboles de las parcelas mejoradas con abonos químicos
sobre todo los de parcela n° 1, con el abono completo tenía una
espléndida vegetación largos retoños y hojas de un verde obscuro,
cuyo color se destacaba vigorosamente y de muy lejos sobre la
testigo. Económicamente, el resultado fue notable como desde el
punto de vista cultural, pues dejó un beneficio neto de 112'80
francos por hectárea.
Ante
la rápida disminución de los bosques de castaños, bajo la
influencia de los progresos de la enfermedad de la tinta en la
comarca francesa del Ardeche, se han tomado medidas propias para
detener la destrucción de los bosques de castaños y asegurar su
reconstitución.
A
este efecto aquel Consejo Departamental estableció en 1909 campos de
experimentos del estudio de la enfermedad de la tinta; creó viveros
de plantones de castaños japoneses resistentes a la enfermedad y
distribuyó entre los agricultores y acordó recompensar a los
propietarios de los más hermosos castañares reconstituidos.
Algo
semejante podrían hacer las Diputaciones y Entidades de nuestras
provincias para salvar nuestros bosques de castaños amenazados de
desaparecer por la destructora parásita que los invade y aniquila.
(*) De la publicación Plagas y enfermedades del castaño.
(**) Publicación del Organismo Autónomo de Empleo y Desarrollo Rural de la Diputación de Salamanca
(Y 20.000 visitas ya. Quién lo diría...)
(*) De la publicación Plagas y enfermedades del castaño.
(**) Publicación del Organismo Autónomo de Empleo y Desarrollo Rural de la Diputación de Salamanca
(Y 20.000 visitas ya. Quién lo diría...)
3 comentarios:
Una pena que se pierdan tantos castaños, quitaron mucha hambre y no los valoramos
Los que salen nuevos parece que les esta afectando un poco menos, pero de todas maneras como no se encuentre una solución rápida, mas pronto que tarde acabaran desapareciendo.
Durante algún tiempo todos los castaños centenarios iban de a hecho, los veías este año fuertes y al siguiente estaban secos o a punto de secarse,ahora desde hace un par de años parece que se estabilizaron un poco, de todas maneras hay muchos enfermos.
Hola!!devuelvo la visita que con esto de facer coses tengo los blogs abandonaos!!gracies Xastre por tu apoyo...y si ocio diurno..las noched ya estan ocupadas...saludos!!!
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