martes, 25 de septiembre de 2012

Apicultura, ayer y hoy (1)

Truébanos en La Viliel.la (Foto: Ferdemente)
Desde tiempos lejanos, la apicultura en la parroquia de L.larón fue una actividad destacada. Buena prueba de ello son los, al menos, 19 colmenares de planta redonda, que en lengua asturiana se denominan cortín (singular) / cortinos (plural), existentes en su término. Actualmente sólo 2 de ellos mantienen su uso tradicional, y los pocos vecinos que aún tienen colmenas las tienen generalmente en fincas protegidas con diversos cerramientos. El otro tipo de protección tradicional de las colmenas, el talameiru, de planta cuadrada de 2 m de lado y de unos 3 m de altura, sólo ha dejado su huella en la toponimia menor de La Viliel.la, en la ruta a la braña, en el lugar conocido precisamente así: El Talameiru, y en el que existen los restos de un cortín.
Cortín de El Talameiru
También ha variado el tipo de colmena (truébanu en asturiano), hecho tradicionalmente de un tronco ahuecado, generalmente de castaño o roble, de una altura aproximada de 50 cm y un diámetro exterior de otros 50 cm, tapado con una corteza de cerezo. Hoy son predominantes las colmenas artificiales, de planta rectangular y disposición vertical de los panales.
En los últimos años la población de abejas en la parroquia se ha visto disminuida drásticamente: casi todos los colmenares cercanos a ambos pueblos se han visto afectados por esa pérdida que, en los casos más dramáticos ha supuesto la pérdida de la totalidad de los enjambres. Teniendo en cuenta que en la actualidad las colmenas se cuidan con diversos tratamientos que evitan enfermedades, habrá que deducir que a esa desaparición han contribuido, entre otras posibles causas, las fumigaciones con herbicidas y pesticidas, y los incendios de los últimos años en las zonas de brezo en las que habitualmente toman su alimento las abejas. Hay que descartar, por lo tanto, la falta de cuidados por parte de los apicultores locales como causa, como parece ser que pasaba en 1882, según nos contaba el periódico "El Occidente de Asturias" en su edición del 15 de diciembre de ese año. Habla el cronista de entonces de los diversos tipos de colmena existentes en la época y, en lo que parece un adelanto de lo que nos pasa ahora, también de la subida de impuestos, aunque es dudoso que el último párrafo (y sobre todo la última frase) sea de aplicación ahora. Nada nuevo bajo el sol...

(El texto siguiente corresponde al periódico "El Occidente de Asturias" del 15 de diciembre de 1882. El ejemplar se puede consultar completo en la página del Tous pa Tous, a través de este enlace).

No es de la más escasa importancia en Asturias el producto que nos ofrece la abeja, pues labrador  conocemos no lejos de este concejo a quien importa al año de mil a mil quinientas pesetas, y sin embargo es quizás el ramo más postergado de cuantos abarca la agricultura.

Hace más de 200 años se proporcionaban a las abejas los mismos elementos de vida y las mismas comodidades para el desarrollo de su maravillosa industria, que los que se les facilitan en la actualidad; y todos ellos, ¡vergüenza da decirlo!, se limitan a facilitarles colmenas del sistema primitivo, sin distribución de sus dimensiones, sin abrigo y sin ningún otro auxiliar de tantos como existen inventados por modernos apicultores. La abeja, pues, nos ofrece generosamente la dulce miel y la blanca cera, cuando debiera huir de entre nosotros que con tanta indiferencia la tratamos.

El abandono de la mayoría de los apicultores asturianos llega aún más allá: llega hasta dejar al delicado insecto, cual si fuera animal inútil, que se proporcione su sustento a largas distancias de la colmena, cuando la naturaleza no cubre espontáneamente de flores más o menos gratas, los campos inmediatos al colmenar. Es decir, la deja completamente abandonada a sus propias fuerzas, en lugar de destinar un trozo de terreno a jardín con variedad de plantas y sobre todo a árboles frutales, pues sabido es que la abeja con su delicado paladar, escoge entre las flores aquellas que mejores resultados dan para su industria.

La del albaricoquero y otras variedades, según hemos observado en la granja del Sr. Carbajal (Salas) y en algún otro punto, es su alimento favorito. Con este pequeño auxilio, a la vez que el agricultor aumentaría la cosecha de exquisitos frutos, evitaría muchas veces que los enjambres abandonasen las colmenas y obtendría mayor cantidad de miel y cera, siendo aquella de más exquisito gusto.

Respecto a colmenas, varios son los sistemas inventados hasta la fecha, puesto que pasan de 100, divididos en dos grandes grupos, unas fijas y otras movibles; pero nos limitaremos a consignar las que a nuestro juicio ofrecen menos dificultades y menores gastos:
  • La colmena Lombard, movible, perfeccionada por Radouan, es de figura de tambor con una especie de sombrero por cubierta; se construye con paja y está dividida por una rejilla de madera, a fin de que las abejas no queden separadas, sin perjudicar la recolección.
  • La de Warembey, llamada de alzas, que consideramos la de mejores resultados, se compone de cajones de madera sobrepuestos; tiene el fondo en la parte superior , y está provista de aberturas en los costados para el paso de las abejas. Las alzas o cajones están sujetos unos a otros por medio de ganchos de hierro o de mimbres, y se pueden cambiar de sitio, y aun pasarlas de una colmena a otra, si así conviene. Todas alzas deben ser de iguales dimensiones para un mismo colmenar, para que de este modo hagan juego unas con otras en beneficio del dueño. Su figura es la de una pequeña cómoda.
  • La colmena de los campos perfeccionada por el Sr. Frasière, está de modo que en el centro se coloquen las celdillas para la reina, a fin de que esté más independiente y pueda con más libertad depositar sus huevos.
  • La de Prokopowitsh, la bombeada, la politrope, la de Nutt, la de Huber y otras varias cuya reseña omitimos, por no lo permitir las dimensiones de este artículo, con el cual sólo nos proponemos llamar la atención de los apicultores, sobre el injustificable abandono en que tienen su industria. «Querer es poder» dice el adagio; y efectivamente es una verdad. Si el labrador de Asturias, cuya florida campiña tanto se presta para el desarrollo de la apicultura, quisiera dedicarle, nada más que las horas perdidas, la producción cuadruplicaría en muy pocos años.
La cuantía de la tributación crece prodigiosamente en España, y es preciso hacerle frente con nuevos productos. Si el agricultor y el industrial desmayan bajo el peso de las cargas, pronto nos veremos sumidos en la miseria: pero el pueblo asturiano que tantas pruebas de valor tiene dado en todos conceptos, sabrá dominar el estado excepcional que estamos atravesando, sacando con su trabajo los tesoros que aun encierran nuestro suelo y subsuelo, para hacer con ellas frente á tanta carga y tanto tributo. Después vendrán mejores tiempos.

5 comentarios:

Gonzalo de Suárez dijo...

Los herbicidas,pesticidas y toda esa mierda moderna que se vende y se aplican sin control alguno,están exterminando a las abejas, a otros coleópteros, incluso a pequeñas aves, necesarios para el buen funcionamiento de la sabia naturaleza.

Jose de Mingo dijo...

No es tan grave que desaparezacan los colmenares en La Viliel.la o L.larón y con ellos las abejas. El problema es global (como ya en casi todo), y dicen los entendidos que con su desaparición también podemos desaparecer los humanos. Por lo tanto,¡¡habrá que cuidar las del País Cabreiru y aledaños para que nos duren unos cuantos años!!

Taxi Libre dijo...

Bonos días pa tous:

La mortandá de las abeas, con nun tar a diario nos noticiarios, ía uno de los desastre mas grandes polos que tamos pasando. Einstein avisóu que si dacuandu faltasen las abeas a la humanidá quedaríantsi namás que cuatro primaveras más.

Taxi Libre dijo...

Abeas que dan la miel de colores por comer restos duna fábrica de chucherías. Podei tsier la noticia aiquí:
http://www.quo.es/ciencia/noticias/abejas_que_dan_miel_de_colores

Camila dijo...

Siempre me ha interesado el tema de la apicultura a pesar de no haberme dedicado a ello. Si bien me dedico actualmente a la venta de comida las condes, el tema de la apicultura es un gran hobby para mi