30 octubre 2013

Diga 33...

O, para ser más exactos, decíamos 33. Ése era el número de años que hacía que los vecinos de la parroquia de L.larón no veíamos la danza ancestral de nuestros pueblos bailada por gente de la parroquia. La última vez que tal cosa ocurrió fue en los días 7, 8 y 9 de septiembre del ya bastante lejano 1980.


Manuel Álvarez García, 7-9-1980

Desde entonces, y con mayor motivo después de la muerte de Francisco Rodríguez García, de casa de Felipón, tamboriteiru por antonomasia, en un accidente de tráfico cerca de El Rebol.lal en 1990, no se había vuelto a hablar de la danza en la parroquia, salvo como un recuerdo más o menos lejano, y para los más jóvenes, una historia de los abuelos.


La Danza de L.larón en Zarréu (1980)

En el año 2008, por la iniciativa de algunos vecinos (y como suele ocurrir, más o menos  respaldada por el resto), pudimos ver la Danza en La Viliel.la y L.larón el 23 de agosto, bailada por los danzantes de Trabáu, con Carlos Fernández (de casa Madriles de El Rebol.lal) como magistral  intérprete de la misma. Aquí podéis ver parte de ese día:



A principios de este 2013, empezaron a sentirse rumores de que volvería a haber danza en la parroquia hecha por los propios vecinos. Y desde principios de junio, esos rumores empezaron a concretarse en contactos, encuentros (sobre todo virtuales) y la búsqueda de información para hacer la danza.


No descansaron un solo instante las promotoras de esta aventura: indagación de datos, compra del vestuario (bandas, sombreros, cintas...), contacto con los posibles danzantes, búsqueda del tamboriteiru y de un acordeonista para la fiesta, la coordinación para los ensayos, etc, para poder hacer nada menos que tres días de fiesta.

Les quedaba por delante el aprendizaje de la Danza. Cuatro de los futuros danzantes habían danzado, por última vez, uno en 1980, dos en 1975 y otro, el más veterano, en 1964, mientras que los otros ocho no lo habían hecho nunca.

Desde finales del mes de julio se pusieron con verdadero entusiasmo a intentar que el baile más característico de la parroquia pudiese recorrer nuevamente las calles de ambos pueblos. Al mismo tiempo, varias vecinas pusieron su trabajo, su arte y su tiempo para preparar el vestuario de los danzantes, preparando los sombreros y las bandas en un laborioso trabajo de sastrería.


Con no poco nerviosismo, el día 16 de agosto por la mañana se dirigieron los danzantes a La Viliel.la para empezar allí la recuperación de la Danza. Comenzaron con la ofrenda a San Antonio, patrón de La Viliel.la, en la entrada de la capilla, continuaron con un homenaje a Francisco en la puerta de casa de Felipón y después se dirigieron hacia la plaza del pueblo con el paso que se conoce como Danza corrida. Allí en la plaza, en medio de la emoción de los más mayores, la curiosidad de los más jóvenes y la expectación de todos, realizaron una excelente ejecución del baile más representativo de la parroquia, que fue correspondido por los presentes con una impresionante salva de aplausos.



El día siguiente comenzó en L.larón con la misa en honor de Santa Oulacha, patrona de L.larón, y la procesión de la santa acompañada por los danzantes y los vecinos. A continuación, los asistentes pudieron disfrutar nuevamente de la Danza y del resto de actividades programadas.




Quizás muchos se sorprendan de que en la danza hubiese hombres y mujeres. Es cierto que tradicionalmente, la danza era exclusivamente masculina. Pero no fue éste el primer año que se hizo mixta: ya ocurrió así en 1975, cuando danzaron, entre otras, dos de las integrantes de este año.


Eduardo, Avelina, Antonio, Inés, Eduardo, María del Pilar, Rufino, Sara, Emilio, Isabel, María, Irene, son los nombres de quienes consiguieron rescatar del olvido una de las tradiciones más queridas de nuestra parroquia, sin olvidar a Manolo, que hizo de frasqueiru y gran animador con los dichos (otra tradición perdida a finales de los años 60). Y un reconocimiento especial a Manolín de Rumbón, de Trabáu, que fue el tamboriteiru en esta ocasión, por su excelente disposición para enseñar a los danzantes y su interpretación musical.


Y el próximo año, más. Para quienes quieran mantenerse informados sobre la Danza y otros temas relacionados con L.larón y La Viliel.la, podéis consultar aquí.

25 septiembre 2013

En la plaza de mi pueblo


La plaza de la Viliel.la es uno de los tres lugares emblemáticos del pueblo. La mayoría de los vecinos sabe su origen, aunque ya no queda nadie que la conociera con su función inicial. Fue la casa del cura, tal como sucedía en otros tiempos en todas las parroquias, donde el párroco era residente en ellas y un vecino más, y disponía también de un huerto colindante situado al norte de la vivienda.

El hecho de que la casa del cura acabase siendo la plaza del pueblo estuvo originado por una desgracia: el incendio que sufrió La Viliel.la en 1918 (que será motivo de una futura entrada del blog), en el que esta casa se quemó, junto con otras muchas del pueblo. La casa no fue reconstruida, ya que en aquellos años la Iglesia empezaba a concentrar los párrocos en determinadas parroquias, y en estado ruinoso estuvo la edificación durante varios años.

En 1944, los vecinos de La Viliel.la solicitaron al párroco, que entonces era Antonio Bermejo Fraile (natural de Valcabadillo, Palencia, y fallecido repentinamente en Taladriz en 1949 a los 53 años), la cesión del solar de la que fuera vivienda parroquial y del huerto colindante (unos 162 m2 en total) a los vecinos para adecuarlos como plaza pública para el baile de la fiesta de San Antonio, ya que el pueblo carecía de un lugar adecuado para tal evento, el cual venía celebrándose tradicionalmente en El Chanu, barrio al que pertenece la entonces casa, delante de casa de Pachalín. Don Antonio accedió a la petición vecinal, se hicieron los arreglos necesarios y desde entonces se usa como plaza con motivo de la fiesta y de otros acontecimientos públicos.



Apenas se volvió a utilizar la plaza desde 1989, año en el que se realizó el último festejo en honor del patrón del pueblo. Unos años después se habilitó un pequeño espacio en lo que fue el huerto del cura para instalar allí al músico y se empezó a construir un banco de piedra que rodease la plaza  pero la obra fue abandonada en vista de que no se preveía a corto plazo realizar nuevamente la fiesta.

En este año 2013, cuando un grupo de valientes decidió recuperar la Danza de la parroquia con vecinos del pueblo e ir a danzar a La Viliel.la, lo que ocurrió el 16 de agosto, se preparó la plaza, nivelando el piso de tierra. En ese momento se vio la necesidad de echar el piso de hormigón para evitar los desniveles que volvería a tener con el paso del tiempo, así como la polvareda motivada por la actuación de danzantes y bailarines y prevenir posibles accidentes. En principio sólo se trataba de quitar el montón de tierra y piedras que salió de la excavación para el escenario y nivelar el piso de la plaza con tierra para, en un tiempo posterior, hormigonarlo. Pero cálculos posteriores motivaron que se hiciese todo en este año para no dejar un año entero el piso de tierra y tener que volver a nivelarlo.


En estas circunstancias, casi sin tiempo para pensarlo, un puñado de decididos se pusieron manos a la obra. Se igualó el firme con piedra y tierra y se hormigonó en cinco días, no sin problemas de falta de material y presupuesto, que, en parte, se solucionaron posteriormente, se acabó el asiento de piedra alrededor de la plaza, se saneó la pared oeste y se amplió el escenario.




El resultado (parcial, puesto que queda pendiente realizar otras obras de acondicionamiento no menos necesarias) es el que podéis ver en las fotos, aunque lo mejor es verlo in situ, sobre todo para poder criticarlo...

Así pues, el próximo año 2014, en el 70º aniversario de la cesión del solar y el huerto de la que fue casa parroquial a los vecinos, en el que esperamos que vuelva a hacerse la Danza de L.larón, “estrenaremos” plaza. Bienvenidos a La Viliel.la todos aquellos que se acerquen a disfrutar de ese día de fiesta.

01 septiembre 2013

Fuego en La Viliel.la

A falta, afortunadamente, de los incendios forestales que periódicamente causa un canalla y que arrasan nuestro patrimonio natural, esta entrada (y otras que vendrán posteriormente), trata de alguno de los incendios que asolaron total o parcialmente el pueblo de La Viliel.la en épocas lejanas y no tan lejanas.

Las primeras noticias de un incendio en La Viliel.la están documentadas en el año  1736, y se quemaron todas las casas del lugar.
El segundo incendio grave y primero del que se tienen más referencias ocurrió el día 1 de septiembre de 1838: se cumplen hoy, por tanto, 175 años de tal desastre. Dicho incendio se originó en la vera de casa de Felipón, por el lado del camino, cuando unos niños hicieron una pequeña hoguera para asar manzanas. El fuego destruyó también en esta ocasión todas las casas del pueblo, que en ese año estaba constituido por 28 casas. Por si la pérdida de las viviendas no hubiese sido suficiente, la desgracia fue aún mayor porque era la época de la siega del pan y se quemaron también las hacinas del centeno que estaban almacenadas en las eras esperando a ser majadas, lo que ocasionó gravísimos problemas de alimentación a los habitantes.

Tan grave fue el estado en el que quedaron los vecinos de La Viliel.la que una comisión de éstos pidió ayuda a la Diputación Provincial de Uviéu, la cual respondió mediante una circular que, literalmente, decía lo siguiente:

Documento original de la Diputación Provincial
En la noche del I.º de Setiembre último se incendiaron y quedaron reducidas á cenizas unas treinta casas que componían el lugar de Viliella en el concejo de Cangas de Tineo; y en ellas perecieron tambien los frutos y ganados de sus infelices moradores, objetos hoy de compasion y lástima. Los mayores esfuerzos no bastaron para apagar las llamas: el calor de la estacion les daba mayor actividad; y hasta la naturaleza parece que tenia condenado al lugar de Viliella á sufrir esta desgracia con haberle negado aguas abundantes. Todo él desaparecio, y fué obra de la providencia de Dios haberse salvado las vidas. La Diputacion Provincial, á quien en su desgracia acudieron los infelices vecinos, no puede socorrerlos como desea, por carecer absolutamente de recursos, y nó pudiendo tampoco desentenderse de hacer cuanto esté de su parte para socorrerlos é indemnizarles de tantas perdidas acordó en sesion del 28 próximo pasado escitar por medio de los Ayuntamientos la caridad de los habitantes de la Provincia con el fin de que una subscriccion voluntaria supla la penuria de los fondos públicos; y los moradores de Viliella reciban el auxilio de que son tan dignos. En esta atencion espera S.E. que ese Ayuntamiento invite á los vecinos pudientes de su Concejo á concurrir con sus donativos á una obra tan piadosa nombrando una comision ó mas que los reciba, y procurando dar cuenta á su tiempo de las cantidades que se hubiesen reunido, para que S. E. resuelva lo que sea mas conveniente sobre su mejor aplicacion.

De acuerdo de S.E. lo digo á V. para su inteligencia y cumplimiento.= Oviedo I6 de Octubre de I838.


José Caveda (Presidente de la Diputación Provincial)               Rafael Díaz Argüelles (Secretario)



NOTAS:
  • La foto del documento original de la respuesta de la Diputación Provincial de Uviéu es cortesía de Juaco López Álvarez, presidente de la asociación "El Tous pa Tous"
  • Los datos del incendio de 1838 fueron recopilados por Francisco Rodríguez Ramos (Casa de El Campo) y están basados en el testimonio de Francisco García Rodríguez (casa de Fastio), manifestando éste tener unos cinco años en el momento de dicho incendio. El relato se completa con los datos aportados por Ramona Florentina Rodríguez García (casa de El Campo, hija y bisnieta, respectivamente, de los mencionados).

24 agosto 2013

¡¡Llegó el Séptimo...!!


Sí, por fin llegó... Aunque no fue el de Caballería, a pesar de la presencia de indios de la Reserva y de celebrarse en el Oeste. En este caso fue el Séptimo Encuentro del Lejano Oeste asturiano, reunión ya habitual por estas fechas de agosto, que tuvo un valor añadido, por el que hubo que esperar algo más de cuatro años: el haberse celebrado en Villauril, Ibias, lugar donde tiene sus raíces la famosa escritora María del Roxo, iniciadora de estos eventos.

24 asistentes, si la memoria no me falla, fueron los que tuvimos la oportunidad de disfrutar de la hospitalidad de los anfitriones Manolo y Julita, en un día espléndido en todos los sentidos, y como ha ocurrido en todos los Encuentros anteriores, la provisión de comida y bebida posibilitó que se comiese abundantemente y que se cenase también con generosidad.

Además de los desvelos de los anfitriones y de María, contamos también con la generosidad de la señora Marquesa, la cual, además de vestir sus mejores galas para la ocasión, tuvo el detalle de desprenderse de unos cuantos billetes de 100 euros para distribuirlos por las mesas a modo de servilletas y sobre los que los pobres como éste que escribe se lanzaron con los ojos desorbitados. También se realizó el tradicional intercambio de regalos entre el Chapras y La Marquesa, e incluso hubo uno para este escribiente de parte de la reconocida literata y también anfitriona María del Roxo, pero que el agasajado no supo valorar adecuadamente en toda su extensión...






Después de comer, Manolo hizo de guía a los asistentes por ese magnífico y bien cuidado exponente de la cultura tradicional asturiana que es la casa de El Roxo, de manera altruista, resistiendo las presiones de la nobleza de querer cobrar entrada. Poco se puede añadir a lo que ya se ha dicho en blogs, prensa escrita y televisión sobre los tesoros que alberga la casa. Por mi parte, agradecer a todos los miembros de la familia de casa de El Roxo el excelentísimo trato recibido e invitaros a quienes leáis esto a ver el relato completo (y mucho mejor redactado) en la Crónica Oficial del 7º Encuentro del Lejano Oeste.


(Y ya se está preparando el Octavo...)