El castro durante las excavaciones (Foto de la memoria de la excavación) |
Está situado a 939
metros de altitud, en una de las cerradas curvas del tramo ahora
cortado de lo que fue la carretera del Altu'l Rañadoiru, a unos
1.300 m de distancia de L.larón subiendo por ésta, y a 400 m si se
sigue el Camino Real desde el pueblo. Su posición es privilegiada
para vigilar un gran tramo del río Ibias, dominando las
explotaciones de oro de El Corralín (Degaña) y la Val.lina'l
Col.láu (La Viliel.la), así como los lavaderos de El Muracal,
también en términos de La Viliel.la.
Fíbula |
Los primeros estudios
sobre su historia los hace el profesor José Manuel González y Fernández-Valles el 11 de noviembre de 1962. Posteriormente, el
investigador Elías García Domínguez incluye el hallazgo de un hacha de
bronce y un trozo de otra en las cercanías del poblado.
En julio de 1978, un equipo formado por miembros de la Universidad de Oviedo y de la Autónoma de Barcelona realizaron una excavación exhaustiva del recinto, que fue publicada en 1983 en la revista del Ministerio de Cultura “Noticiario Arqueológico Hispánico”, en su número 15. En esta excavación se descubrieron cinco fosos defensivos (uno de los cuales coincide en parte con un tramo del actual Camino Real de L.larón a Cangas del Narcea), los cimientos de seis edificaciones y diversos materiales, aunque bastante limitados en número: metálicos (hebillas, pendientes, fíbulas y un instrumento sin determinar), líticos (pulidores, fragmentos de molinos, un percutor) y cerámicos (parte de una copa y restos de tinajas).
En julio de 1978, un equipo formado por miembros de la Universidad de Oviedo y de la Autónoma de Barcelona realizaron una excavación exhaustiva del recinto, que fue publicada en 1983 en la revista del Ministerio de Cultura “Noticiario Arqueológico Hispánico”, en su número 15. En esta excavación se descubrieron cinco fosos defensivos (uno de los cuales coincide en parte con un tramo del actual Camino Real de L.larón a Cangas del Narcea), los cimientos de seis edificaciones y diversos materiales, aunque bastante limitados en número: metálicos (hebillas, pendientes, fíbulas y un instrumento sin determinar), líticos (pulidores, fragmentos de molinos, un percutor) y cerámicos (parte de una copa y restos de tinajas).
El Castru, desde La Viliel.la |
Hacha de bronce |
El hacha de bronce y el
fragmento de otra aparecieron en el año 1958, durante la
construcción de la carretera de El Rañadoiru, a unos 340 m al oeste
de El Castru, cerca del lugar conocido como El Güechu La Fonte.
Fueron encontradas por los trabajadores de la obra Maximino Castaño
Menéndez (casa de Castaño) y Manuel Álvarez García (casa de El
Xastre), ambos de La Viliel.la.
Todos estos hallazgos
arqueológicos, junto con la lápida funeraria hallada en L'Arnosa
(La Viliel.la), están depositados en el Museo Arqueológico de
Asturias, que reabrió sus puertas en octubre de 2011, después de
seis años cerrado por remodelación, pero no todos los objetos están
expuestos al público. Aunque las obras realizadas en el museo han
mejorado los accesos y la visión de los fondos arqueológicos, a
cambio han hecho perder información de la procedencia de muchos de
los objetos de los castros.
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Hacha y fragmento (Del libro Guía de Muniellos) |
(A Manuel, en el tercer aniversario de su ausencia)